Empezamos el mes de las comuniones y muchos padres se verán prontamente en la tesitura de tener que preparar la comunión de su hijo o hija, así que aquí os damos unos consejillos para poder preparar un evento de estas características.
Primero de todo, habrá que hacer un listado con los invitados, separando a aquellos que asistirán a la Iglesia de los que lo harán al banquete o a ambos, básicamente para poder organizar mejor este segundo.
Después habrá que pensar dónde celebrar el banquete, algo esencial para estas fiestas infantiles, sea en casa o en un restaurante contratado a tal fin. Siempre es más personal hacerlo en el propio hogar o en un local suficientemente grande o con una terraza o jardín amplios si nuestra casa no dispone de ello.
Pero reconozcamos que es mucho más cómodo hacerlo en un restaurante preparado donde profesionales nos atiendan y se encarguen de todo, pero siempre se dice que no hay nada como el propio hogar.
Si queréis que sea una fiesta especial tanto para el niño como para los asistentes, no olvidéis que hay que reservar una parte del presupuesto para la decoración del evento y de los detalles. Decoración, recordatorios, regalos, mesas y platos, etc.
Ahora hay que buscar que invitaciones, recordatorios y los regalos vayan a juego entre sí. Que su estilo encaje con el conjunto de la fiesta. Entre los regalos siempre se pueden elegir los portafotos con una foto del niño con el traje, que podemos hacerle días antes del evento para asegurarnos de que quede perfecto.
A la hora de elegir el vestuario habrá que pensar en el de toda la familia, es un día para estar radiantes y que, aunque el niño o niña sea el centro de atención, hay que acompañarle en la foto todos de punta en blanco.
En el tema del menú para el banquete, siempre es más elegante elegir más calidad y menos cantidad, a pesar de las quejas de ese “cuñao” que todos tenemos y que se comería un cerdo entero si le dejasen, pero que tampoco le va a hacer ascos a medio marisco. Además, el rebajar la cantidad nos posibilita adaptar mejor el banquete al presupuesto, ya que es más sencillo manejar cantidades más pequeñas que “pucherazos” completos.
A la hora de la fiesta después de la comida, no pueden faltar las animaciones, los hinchables, el toro mecánico… lo que sea para hacer que los niños se lo pasen en grande y, al mismo tiempo, dejen que los mayores disfruten de la fiesta como dios manda. A pesar de que también habrá muchos adultos que se dejen llevar por la diversión.
Decorar el local, jardín o terraza no es complicado. Siempre podemos encontrar sencillos tutoriales en internet para echarle imaginación con globos, flecos, farolillos, guirnaldas, piñatas, servilletas de colores… todo lo necesario para que la fiesta sea inolvidable tanto para el niño como para el resto de los asistentes.
Antes de todo, como hemos dicho antes, en cuanto tengamos la vestimenta y todos los accesorios, es bueno hacer una prueba general para hacerle una preciosa foto al niño/a. Elegiremos la mejor para los recordatorios y para preparar unos regalos de comunión muy especiales como los marcos de fotos de los que ya hemos hablado.
Por último, también se pueden preparar con cariño unas manualidades en las que puede participar el niño y que seguro que todos los asistentes al evento disfrutarán mucho más si saben que el ‘renacuajo’ ha intervenido en su participación.
Como idea, os sugiero unos bonitos marcos con la foto del niño/a, acomodados en unas buenas cajas. Pedid al niño que escriba algo para cada uno sobre una cartulina del color apropiado y colocadlo dentro. Rodea el conjunto con un gran lazo. Serán unos regalos muy bien presentados que demostrarán el cariño que se profesan y el amor familiar…
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